Dia 4....Vilora de Rioja - Hontanas

Diana mañanera y tras un estupendo desayuno casero cariñosamente preparado por Orietta, sacamos las bicis del albergue. Hago una pequeña revisión y engraso la cadena y... a pedalear. Hoy toca enfrentarse al Alto de la Pedraja. El pedaleo hasta Villafranca de los Montes de Oca es tranquilito. Allí picamos algo de fruta con Pep y Georgina (los de Lloret) y hacia arriba. De entrada la primera subida es ya flipante Empujin y molinete y para arriba. Es curioso como este alto no es uno de los mencionados pues a mi modo de ver si debería ser mencionado. Advertidos quedáis los nuevos....jeje. El paisaje es bonito...mucho helecho y viendo tanto verde uno aprecia que aun no ha llegado a la meseta. En el alto hay un monumento a los caídos en donde me hago la foto de rigor y hacia San Juan de Ortega en donde paro a comer. Tengo claro a esas alturas que hay que parar a reponer fuerzas para evitar pagarlo al final de la jornada. Tras un bocadillo y una cerveza....hacia la siguiente dificultad de la jornada.... Atapuerca. Es una subida no demasiado larga pero muy rota, sobretodo hacia el final justo antes de llegar al alto. Mas doctorado en empujin en el tramo final y llegada a la cruz que se encuentra al final. Desde allí, se inicia la bajada hacia Burgos. La entrada es algo liosa pero yo opto por entrar por el linde el rio. Antes de Villafria me desvió dejando a mi derecha un polígono y voy paralelo a la vía del tren hasta Villaayuda en donde enlazo con un carril bici en donde estaba el trazado original del Camino. Desde alli pedaleas cómodo hasta entrar en Burgos y en uno de los puentes que cruzan el Arlanzon, desde donde se ve el monumento al Cid, cruzo el río. Desde allí es fácil ya entrar en el casco viejo y llegar a la Catedral. Ya en la plaza, me siento en una terraza y me meto dos jarras de cerveza que me llegan hasta las uñas de los pies. Estoy realmente sediento pues hace verdadero calor. De nuevo coincido allí con los chipioneros y mi amigo Juan el manchego y el "joven" Adria. Ellos como hace rato que han llegado salen ya y yo apuro mi cerveza para continuar tras ellos. Quedan un buen montón de kilómetros hasta Hontanas y no puedo dormirme. Afortunadamente llegados hasta aquí uno ya esta en la planicie del centro de España.

Llego a Hornillos y desde allí ya bastante tocadillo hasta Hontanas que dicho sea de paso sera la única etapa de todo el camino al que se llega en bajada...jajja. Sabe Dios que lo agradecí. Una vez en el albergue fui recibido por mis compañeros que habían llegado antes que yo y tras la obligada ducha, bajamos a cenar. El final de la jornada me depararía sorpresas agradables y desagradables. La agradable fue que el amigo Paco-Pi al saberme en Hontanas, recogió a su pareja y se vino a verme por solidaridad bicigrina y "carritera" puesto que es otro incondicional de los remolques. Tras la cena, el amigo Paco llego y tuvimos un entrañable encuentro regado con cerveza y lleno de risas en la propia terraza del albergue. Ya tarde acompañe a paco al coche y se marcho con su pareja. Tras eso subí al albergue a acostarme pues las cervezas habían evaporado mi sentido común y ya no eran horas de andar despierto. Ahora viene lo desagradable...ya en la habitación del albergue, me recorrió un sudorcillo frió en la espalda al darme cuenta de que...HABIA PERDIDO LA CARTERA!!!.... con el drama añadido de que allí estaba todo mi dinero pues no había traído tarjetas de crédito. En aquel momento me creí morir...sin tarjetas..en un pueblo perdido....sin dinero. Estaba simplemente desesperado. Rebusque por la calle donde habíamos estado tomando las cervezas, a oscuras mire en la habitación y nada de nada. Tras un montón de vueltas y de búsquedas acabe metido en el saco absolutamente desolado. Como evidentemente estaba muy cansado y además había bebido me dormí pero apenas fueron un par de horas. Hacia las 5 recuerdo que salte de la cama porque supuse que ya habría gente en la cocina del albergue y confiaba que hubiera quedado olvidada en la barra en alguna de las idas y venidas que habíamos echo en busca de rondas. Efectivamente había ya gente pero nada....no habían visto nada. Ya no había lugar ni esperanza de encontrarla. Finalmente mis compañeros se levantaron y se enteraron de mi drama. Yo en aquel momento entre el disgusto y el bajón, me plantee seriamente la opción de acudir a la Guardia Civil pera ver si podían ayudarme y en abandonar. Fue entonces cuando Juan el manchego mostró de que pasta esta hecho. Sin inmutarse y como quien hace la cosa mas normal del mundo, se metió la mano en el bolsillo, saco los 80 euros que llevaba tomo la mitad y me los dio mientras decía "en León vamos a un cajero y ya iremos tirando y cuando sea echamos cuentas....tu de aquí no te vas ni de coña".....yo reconozco que me quede hasta perplejo pues tenia enfrente a alguien dan dome la mitad de lo que llevaba cuando ese alguien me conocía apenas hacia 48 horas. Yo no quería aceptar pero al decirme si yo en su caso no actuaria igual y ciertamente ser así, no tuve por menos que aceptar. Y con disgusto o sin y con Juan haciendome de mecenas, cerré el equipaje y me dispuse a marcharme. Antes de dejar la habitación del albergue e iniciar la etapa, eche un ultimo vistazo como acto reflejo por si alguna prenda había quedado olvidada y al levantar el cojín de la cama.....ZAS!!!....ALLI ESTABA LA MALDITA CARTERA!!!.... recuerdo que salte de alegría y por motivos obvios. Prometí una incitación general a cenar en cuanto fuera posible y nos marchamos

Del albergue de Hontanas decir que esta bien, es bastante correcto en cuanto a instalaciones y si bien las bicis no quedan todo lo bien guardadas que desearía uno, si es verdad que quedan en un patio que queda muy escondido y lejos de los descuideros.